Canasta básica. En septiembre una familia necesitó más de $128000 para no ser pobre
Una familia tipo (2 personas mayores y 2 menores) necesitó $ 128.214 en el mes de septiembre para no encontrarse por debajo de la pobreza
Una familia tipo (2 personas mayores y 2 menores) necesitó $ 128.214 en el mes de septiembre para no encontrarse por debajo de la línea de pobreza. Así lo informó el INDEC con su publicación sobre la “Valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total[i]”
La Canasta Básica Total (CBT) aumentó en septiembre su variación un 7,1% con respecto al mes anterior. Este ítem, en los últimos doce meses lleva un incremento del 81,8%.
Por otro lado, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en el mes de septiembre también creció un 7,1%. Esta suba hizo que una familia tipo para no encontrarse por debajo de la línea de la indigencia haya necesitado $ 56.736. En cuanto a su variación interanual, esta se estableció en el 89%.
A la par de los datos que salieron sobre el índice inflacionario del mes pasado, el aumento de la Canasta Básica no parece ser ninguna novedad. Los valores de la CBT (7,1%) y de la CBA (7,1%) crecieron por encima del valor general del IPC nacional, que llegó a el 6,2%. Desde hace tiempo que para los bolsillos de los trabajadores esto es evidente, pero la crudeza de la situación deja cada vez más en claro que las negociaciones de la que habla la coalición gobernante con el empresariado formador de precios no funcionan. Sobre todo, esto sucede cuando esas negociaciones son en pos de seguir acrecentando las ganancias de este último grupo y no afectarles ningún interés.
Con el valor cercano a los $ 130.000 de la canasta básica y con los sueldos muy por detrás de este monto, vemos unos de los tantos síntomas que nos deja como resultado aplicar a rajatabla un programa de ajuste como el que tenemos con el FMI. Para entender un poco mejor esta situación es necesario comparar algunos números y demostrar lo lejos que están los salarios para que puedan hacerle frente a la carestía que tiene la vida.
Por ejemplo, si tomamos el último estudio que hizo la Junta Interna de ATE-INDEC[ii] podemos apreciar lo lejano que están los sueldos a lo que necesitamos para poder cubrir nuestras necesidades básicas. Según la publicación, “un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijxs en edad escolar necesitó en agosto de 2022, de $192.651.- para satisfacer sus necesidades. Este valor se compone de $ 65.741.- necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de $ 126.910.- para acceder a otros bienes y servicios básicos.”
Además de este tipo de estudios, para entender lo distorsionados que se encuentran los salarios podemos observar los resultados que obtenemos de comparar los valores de la Canasta Básica con los del Salario Mínimo Vital y Movil (SMVM). Es difícil de concebir que el SMVM de septiembre, que fue de $ 51.200, no pueda ni siquiera cubrir la canasta de indigencia (CBA), la cual vale $ 56.736. Esto muestra que el salario mínimo y su monto, determinado por el gobierno, no puede colocarnos ni por encima de la línea de indigencia. Además, en los próximos meses esta situación no cambiaría, ya que con los aumentos que este sufriría recién en noviembre ($ 57.900) podría superar el valor de la CBA, la cual obviamente no mantendría el valor a causa del espiral inflacionario que estamos transitando. Más triste es la situación cuando comparamos el SMVM con el valor de la CBT, ya que se necesitarían más de dos salarios de estos para encontrarnos por encima de la línea de la pobreza.
Hoy la única salida que nos propone el Frente de Todos es la que nos trae el FMI y la que exigen aplicar los empresarios: la salida de un programa con medidas impopulares, la de un programa que termine con la falta de previsibilidad y aplique reglas de juego clara para favorecer a los sectores más concentrados. Pero mientras sigamos estos lineamientos, esa línea que nos quieren vender de “ceder para crecer”, el ataque a nuestras condiciones básicas de vidas va continuar a más no poder.