Si bien la economía argentina viene creciendo, la situación social de quienes menos tienen en el país es cada vez más dramática y complicada. Con la mitad de los niños y niñas del país bajo la línea de la pobreza, cualquier tipo de ayuda y compensación económica puede significar algo más en la mesa navideña y de fin de año.

Es por eso que el anuncio que realizó el presidente Alberto Fernández el lunes durante la inauguración del último tramo de la Autopista Ezeiza Cañuelas, donde el mandatario improvisó un pequeño acto por el Día de la Lealtad, es recibido con mucha expectativa por quienes podrán cobrarlo.

"En el transcurso de esta semana, vamos a reforzar la ayuda social, vamos a entregar un bono para los más vulnerables y que no reciben ninguna ayuda del Estado porque no queremos que nadie quede olvidado", especificó el representante del Poder Ejecutivo.

El nuevo bono refuerzo al estilo de los IFEs que se cobraron durante la pandemia de COVID-19, será por un monto de $45 mil y se abonará a través de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) en dos cuotas -noviembre y diciembre-.

Está orientado a los sectores más relegados y menos beneficiados por los actuales programas de ayuda social, ya que quienes lo perciban no deberán cobrar ningún tipo de asistencia de otro tipo que sea brindada por estados nacionales, provinciales y municipales.

El bono se suma al refuerzo que anunció el domingo durante una entrevista radial el ministro de Economía, Sergio Massa, el cual estará destinado a los jubilados y jubiladas que tampoco reciban haberes extraordinarios por fuera de los regulares.

"Estamos terminando una propuesta junto al ANSES para que entre en vigencia durante los próximos siete días", expresó Massa el fin de semana, y adelantó que todavía faltaba una reunión con la titular del organismo, Fernanda Raverta.

El objetivo es que los abuelos que no lleguen a la Canasta Básica Alimentaria (CBA) tengan un refuerzo para tener un mejor fin de año.