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El escándalo que sacude y conmueve a Orán: José Dimas Ruiz hunde las pretensiones de Pablo González

Orán se conmueve ante el escándalo que hunde las pretensiones de Pablo González

ORÁN (Por Franco Alvarado) Al complejo panorama político que se sucede en la ciudad de Orán, un hecho de ribetes cinematográficos viene a sumar un elemento imprevisto que tiene como principal sospechoso a quien hasta hace unas horas fuera visto como uno de los candidatos más potables a reportar en la grilla oranense.

Tal como sucedieron los hechos según consta en el expediente correspondiente, con fecha 16 de diciembre del año 2022, próximo pasado, pasadas las 21 horas, en la empresa Abras del Sol se presentaron dos sujetos que cubrían su identidad con cascos, en ropas negras y portando sendas armas de fuego, una corta y otra larga con las que procedieron a reducir al personal presente.

Siempre al decir de la denuncia que oportunamente realizara el Sr. Eduardo Salomón, luego de que fuera reducido y agredido por los malvivientes fue trasladado hasta la oficina de su empleado, José Dimas Ruiz -entonces gerente administrativo- el cual ya se hallaba maniatado y vendado con su propia remera, siguiendo una modalidad de robo propia de las películas donde las víctimas son despojadas de sus pertenencias tras lo cual intentan una fuga en un vehículo de la empresa.

De resultas, según obra en la correspondiente denuncia, fueron sustraídas en ese momento las sumas de U$S 160.000 y $ 13.000.000 respectivamente, montos que se encontraban allí en razón de la rutina de la empresa de retirar sumas similares los fines de semana para atender las obligaciones de pago.

Hasta allí y a grandes rasgos lo más destacado del ilícito del que fuera objeto la empresa Abras del Sol y el maltrato dado a sus integrantes, es decir que se estaría frente a un asalto "tipo comando" de los tantos que la inseguridad reinante permite. Sin embargo, el giro más inesperado y que provoca el sismo en grado de catástrofe para el mundo político de Orán surge de que la investigación realizada por la policía concluye que este evento sólo pudo ser posible con la ayuda y las actividades de inteligencia provistas por un elemento interno y que según el expediente sería el dicho José Dimaz Ruiz.

En efecto, de los testimonios aportados por los teléfonos requisados por la policía surgen mensajes donde se escucha la voz de quien a prima facie sería Dimas Ruiz, proporcionando datos claves sobre las instalaciones del denunciante Salomón, la ubicación de las cámaras de seguridad y otros detalles que solamente alguien de confianza y de ingreso continuo podría conocer.

Un elemento poco convincente para la investigación es un mensaje de Dimaz Ruiz denunciando que habría sido extorsionado por los asaltantes desde tiempo atrás para entregar informaciòn sobre los movimientos de la empresa, que habrían amenazado a su familia y a sus hijos, consignando una frase "...saben lo que hice y lo que haría por la empresa..." en la cual habría estado ganando un sueldo de $ 500.000 mensuales.

Ahora bien, con todos los elementos obrantes y debidamente conformados en la causa, se libro orden de detención contra José Dimaz Ruiz por considerarlo "Partícipe Necesario" del dicho asalto. Así tambièn resulta imputado además de los delitos de "Robo doblemente calificado por ser en poblado y en banda y por el uso de arma de fuego, privación ilegítima de la libertad, robo calificado y asociación ilícita agravado por la intervención de un menor de edad todo en concurso real", casi nada.

Un ensayo político frustrado y un intendente que se hunde más

Evidentemente, Dimaz Ruiz, habría estado sosteniendo una doble vida, mientras se mostraba como un candidato potable para las próximas elecciones, "cocinaba" en su cabeza la forma de "financiarse" la campaña, esto por el hecho comprobable que iniciara sus actividades políticas de pronto y con un gran despliegue de logística electoral que hacía palidecer de envidia a los demás candidatos.

Cartelería abundante, regalos, asistencia económica, sedes, folletería, medios de prensa, en fin..., todo formaba parte del gran circo montado por Dimas Ruiz quien avanzaba hacia las elecciones de mayo "en yunta" con el actual intendente, Pablo González, lo que se podría decir que era una "sociedad política" y que ahora estaría convirtiéndose en una "asociación ilícita".

En la teoría, Dimas Ruiz, se perfilaba como un candidato a legislador por Orán, haciendo por su despliegue económico "la pata ancha". Pero como dice aquel título del cine "Algo huele mal en Dinamarca", sobrevolaban a Dimas Ruiz algunas sospechas que se traducían en los comentarios de la gente del tipo "¿De dónde saca tanto dinero este tipo? La Respuesta estaría dada.

Por estas horas el acusado, Dimas Ruiz, se halla prófugo de la Justicia y es intensamente buscado por las fuerzas del orden sin que se pueda dar con su paradero. Esa situación no sólo reporta una vergüenza en el orden de la moralidad pública sino un baldón -si alguna le faltaba- para Pablo González, de haber tentado poner como ladero político ante la sociedad oranense a un individuo de tal calaña.

Se comenta que este suceso propio de los años de la Chicago de los hampones, habría desencadenado una catara de llamados sobre la figura del Ministro Coordinador, Pablo Outes, quien no podría tocar el teléfono de lo caliente que estaría, ya que propios y extraños estarían pidiendo una explicación.

De modo que tal como han sucedido los acontecimientos, José Dimas Ruiz, se halla desaparecido y el próximo en desaparecer debiera ser el propio intendente, Pablo González, no por delincuente sino al menos por vergüenza.

Pero parece que no la tiene.

 

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