Un pediatra y un infectólogo recientemente llegados desde Brasil, considerado país de riesgo por la pandemia de coronavirus, se encuentran en cuarentena desde ayer. En el caso del médico pediatra, apenas ingresó a la Argentina él y su grupo familiar iniciaron el autoaislamiento, no así el médico infectólogo, que atendió a pacientes de la obra social provincial IPSS. Una fuente del hospital, altamente confiable, le dijo a este medio que el profesional a pesar de su especialidad atendió los días miércoles y lunes en el consultorio local del IPSS, lo que generó la preocupación de los responsables de la obra social provincial. El Tribuno trató de contactarse con autoridades del IPSS pero no respondieron; extraoficialmente se conoció que el martes 17 el infectólogo recién decidió iniciar la cuarentena, después de haber tenido contacto con gran cantidad de pacientes. Fue obligado por autoridades sanitarias. "Médicos del IPSS están encargados de identificar a todos los pacientes que tuvieron contacto con este médico", confió la misma fuente.

Llegó de Australia  y genera preocupación

Un hombre de 35 años que presta servicios en una empresa internacional de cruceros, quien habría arribado a Tartagal el jueves de la semana anterior, es otro de los tartagalenses cuya actitud generó durante toda la jornada de ayer una gran preocupación, por lo que el hecho fue reportado al hospital Juan Domingo Perón sin que hasta el momento haya trascendido si fue obligado o no a ponerse en cuarentena.

Se trata de otro profesional de la salud que estuvo navegando en un crucero por Australia y que ingresó a la Argentina por el aeropuerto internacional de Ezeiza a mitad de semana.

El hombre, de 35 años, al llegar a Tartagal se fue a una confitería céntrica el jueves por la noche, a un boliche nocturno el viernes y el sábado organizó una fiesta en su casa. La policía de la provincia fue advertida de los movimientos de este hombre.