La tasa de mortalidad por Coronavirus en Argentina es del 4 %, esto quiere decir que cada 100 personas infectadas en nuestro país mueren cuatro.

El número puede parecer bajo para los que pasa en EEUU pero es llamativo si tenemos en cuenta que aquí estamos en cuarentena. .

Precisamente la cuarentena frena la circulación y hace más lento los contagios y esto permite que los hospitales públicos y clínicas puedan atender las demandas.

Los países que no han declarado cuarentena se están enfrentando la circulación libre del virus con tasas de mortalidad que van del 8 a 11 %.

En tal sentido podemos distinguir tres grupos para ejemplificar.

El grupo uno, donde estarían España e Italia, sus autoridades  creyeron poder manejar la pandemia manteniendo el sistema productivo y sin embargo la enfermedad no solo cerro las empresas, sino que tuvieron que decretar una cuarentena tardía, contagiando a decenas de miles de personas y matando a otros tantos. Sus sistemas de salud colapsaron y como consecuencia mucha más gente murió por falta de atención médica básica y no solo de coronavirus.

El Grupo dos lo podría integrar EEUU, Inglaterra y el Reino Unido donde según sus autoridades el sistema de salud no colapso pero los muertos se cuentan por decenas de miles y aunque sus presidentas no declararon la cuarentena, ésta se estableció de facto al igual que sus fosas comunes.

En el tercer grupos están los países sudamericanos, que tienen en general sus sistemas de salud ya colapsado de forma cotidiana y con esta pandemia el resultado puede ser catastrófico a pesar de la cuarentenas decretadas o no.

Brasil tiene un alto número de contagio y camina hacia el abismo de la mano de Bolsonario. En Chile tiene su sistema de salud privado a pesar de ello, se va producir un colapso, porque las empresas privadas no velan por las vidas de las personas, si no por sus grandes intereses económicos. En argentina tenemos un sistema de salud pública y privada la cual el presidente había proclamado que se iban a poner al servicio para combatir esta enfermedad. En su última conferencia no ha nombrado ni una palabra sobre este tema, y prefiero responderles a los grandes capitalistas diciendo “prefiero tener el 10% más de pobres que 100mil muertos”. A caso jugar con el hambre de las personas no es jugar con sus vidas?, no garantizar los insumos para todo el personal de salud no es jugar con  sus vidas?.

En Bolivia el gobierno que se hizo del poder en un golpe de estado, oculta deliberadamente los datos a tal punto que el Colegio de Médicos de Santa Cruz salió a denunciar la muerte de una enfermera por COVID 19 y se conoció que en los últimos días el índice de mortalidad llego al 6 % superando a la barbarie de Ecuador.

Entonces que le espera a Argentina que con sus hospitales desmantelados y con la población cuarentena ya registra oficialmente un 4% de mortalidad. Si la cuarentena se relaja y comienza a circular el virus los números se van a disparar en cantidad de infectados

La ministra de Salud de Salta Josefina Medrano casi fue crucificada en estas pascuas cuando afirmo que se esperan 100 mil infectados en la provincia y por lo tanto alrededor de 1500 muertos, Medrano maneja una tasa de mortalidad de 1.5% que es la que sostuvieron exitosamente los coreanos y que está fuera de cualquier ranking. Reitero estamos ya con el 4 % de mortalidad y sin circulación de masiva del virus.

En Salta somos un millón y medio de habitantes, y si seguimos con los números de la Ministro, ella estima que solo el 10 % de la población se va a enfermar.

Con una tasa de 4 % de mortalidad sobre 100 mil infectados, las víctimas fatales superan los 4 mil habitantes en nuestra provincia como están las cosas hoy.

Sin embargo los especialistas en el mundo y en nuestro país ya afirman que estaremos entre el 40 y 80 % de la población contagiada y eso sube la ecuación nominal de las muertes.

Por lo tanto lo que hay que bajar es la tasa de mortalidad, porque la de contagio ha vulnerado todos los protocolos.

Para ellos es necesario que el Estado ponga todos su recursos y deje de pagar bonos de deuda al FMI para sostener una cuarentena real y asistir con todo a las familias sin ingresos, no permitir despidos ni suspensiones, sueldos al 100 %, equipar a los hospitales con toda la complejidad necesaria, nombrar personal de salud y de limpieza en todas las instituciones sanitarias, educativas y afines. Todos los recursos económicos para los científicos para desarrollar una vacuna.

Para ello será determinante la irrupción de los trabajadores que tome en sus manos todas las reivindicaciones. El poderoso capitalismo no puede soportar un resfriado porque su población no tiene garantizada las cuestiones básicas como salud, educación, vivienda y alimentos, por lo tanta se impone la necesidad de cambiar las bases sociales para el desarrollo y supervivencia de la humanidad.