Presidente de Central Norte investigado por estafas y defraudación.
EMBARCACIÓN. En la norteña localidad de Embarcación no se habla de otra cosa en la calle, en los medios y en las redes.
En la norteña localidad de Embarcación no se habla de otra cosa en la calle, en los medios y en las redes. La detención del dirigente del Club Central Norte Jorge Moya, de su esposa y de una tercera persona responsable del manejo de los recursos de la Unidad Productiva que el mismo Moya creó años atrás, generó sorpresas en algunos sectores, pero en otros no.
Y es que la denuncia que pesa sobre el joven dirigente, que comenzó como referente de desocupados enrolado en las filas del histórico piquetero mosconense José "Pepino" Fernández, es la que prácticamente pesa sobre todo aquel que maneja planes de ayuda social o lidera grupos de desocupados, y que soborna con un porcentaje a quien le otorga el beneficio social.
Moya fue detenido junto a su esposa, con quien levantó la U.P. (Unidad productiva) Club Central Norte de Embarcación, en el marco de una investigación por estafas y defraudación, acusados de obligar a beneficiarios a pagar parte de lo que percibían por el ingreso familiar de emergencia. La orden provino del Juzgado Federal N´ 9 de la provincia de Buenos Aires, que determinará si las retenciones indebidas eran solo del ingreso familiar o se extendían a otros beneficios sociales que Desarrollo Social de la Nación canaliza mediante estas agrupaciones.
Más de 500 beneficiarios
Moya solía fustigar duramente a los dirigentes que no hacían cumplir las 4 horas de prestación de servicios a los beneficiarios (algo que en la realidad ninguna o muy pocas agrupaciones en el país hacen cumplir) pero más aún, a quienes les retenían parte de lo que cobran en concepto de beneficios. De hecho, él mismo en 2018 había hecho dar de baja a más de 150 beneficiarios de Embarcación de los planes sociales por no cumplir con la contraprestación. En su beneficio no se puede dejar de reconocer que a través de los años pudo levantar las instalaciones del club deportivo que presidía y que había quedado prácticamente abandonado desde hacía décadas, mejoró las instalaciones y allí contenía a los beneficiarios de la unidad productiva que lideraba; pero su agrupación también tenía beneficiarios en General Mosconi, Tartagal, Aguaray y Salvador Mazza, por lo que el número total rondaría las 500 personas.
El primer gran escándalo
En el último posteo en redes sociales antes de ser detenido Moya escribió: "Quienes solo tengan aspiraciones individuales, jamás entenderán una lucha colectiva", y lo hizo en nombre del MTE, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, que había creado después de escindirse de la UTD Mosconi. Si bien por lo bajo los beneficiarios solían comentar que Moya no era diferente al resto de los dirigentes piqueteros al momento de hacerles quedar parte de lo que percibían por planes sociales, ninguno nunca se animó a denunciarlo hasta ahora.
Moya contenía entre sus filas a más de 30 jóvenes de ambos sexos de humilde condición económica, quienes estudiaban profesorados de nivel terciario en Embarcación; fue una de esas beneficiarias que en el mes de junio del año pasado lo denunció públicamente por una propuesta indecente que, según la jóven, le habría formulado la esposa de Moya para que la denunciante junto a su pareja mantuvieran encuentros íntimos al estilo swingers.
Moya, quien reconoció que la voz de los audios era de su esposa, explicó: "Mi señora le hizo una trampa porque esa mujer es una mala persona".
"Mirá Vanesa, nosotros no vamos a cambiar nuestras formas y cada pareja es un mundo. Si te sentiste ofendida, ya está. Nadie te va a dejar sin trabajo. Ni Jorge ni yo somos unos monstruos", decía la esposa de Moya a la joven beneficiaria de un plan social para seguir estudiando.
"La mujer que nos denunció y su pareja son beneficiarios de un plan social porque trabajaban en el club y estudian el Profesorado de Educación Física, pero nosotros nunca los despedimos. Ellos dejaron de venir a trabajar o sea que siguen cobrando de arriba", argu mentó Jorge Moya en ese mo mento.
Fuente. El Tribuno