CASO SULCA: TRES POLICÍAS Y DOS CIVILES FUERON IMPUTADOS
Se trata de efectivos del Sistema de Emergencias 911 y del Área de Demanda Ciudadana.
La fiscal Verónica Simesen amplió el decreto de imputación y cinco personas más fueron imputadas en las últimas horas por el femicidio de Rosa del Milagro Sulca, la maestra de 48 años que fue salvajemente asesinada el martes 28 de marzo en su vivienda de Villa Mitre, en Salta capital. Se trata de uno de los despiadados crímenes que se perpetraron en el último tiempo en la provincia.
Hasta el momento desde el Ministerio Público Fiscal habían decidido imputar y detener a los presuntos asesinos de la maestra, una menor de 17 años y un joven de 20. Además, desde la Unidad Especial, integrada por los fiscales Verónica Simesen de Bielke y Pablo Rivero, se imputó a los policías Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra, acusados de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte, ambos en calidad de autores
Además de los uniformados de la comisaría 4ta, imputados y privados de su libertad, los jefes de esa dependencia fueron removidos de sus cargos. Mientras tanto ayer desde la Fiscalía ampliaron el decreto de imputación a tres policías más, pertenecientes al Sistema de Emergencias 911, y a dos civiles, vinculados al Árez de Demanda Ciudadana dependiente del Ministerio de Seguridad, fueron imputados por el mismo delito que Sanhueso y Vizgarra.
Se trata de los policías Héctor Roberto Herrera (sargento), el jefe Gustavo González y el sargento Nolberto Corvera, encargados del despacho del 911. En tanto, Pablo Exequiel Bizón Enríquez, quien recibió la llamada de la maestra Rosa Sulca, y Marcelo Rubén Tintilay Cordeyro, supervisor de Demanda Ciudadana. La madrugada del martes 28 de marzo, cuando Rosa Sulca llamó desesperada y clamando por su vida, desde la comisaría 4ta, a metros de su casa, se dirigieron al lugar Vizgarra y Sanhueso, quienes al no ver nada se volvieron. Acerca de este último punto, trascendió que los policías recibieron una notificación sobre "violencia doméstica" y no de un presunto crimen, que finalmente acabó con la vida de Rosa Sulca. Sulca era maestra de grado y trabajaba en la escuela Ejército Argentino de Villa Mitre, fue víctima de un salvaje ataque a golpes (puños, patadas y objeto contundente) y además recibió 17 puñaladas. La maestra en más de una oportunidad había denunciado ser blanco de delitos y amenazas.