En Orán, la confirmación del 8vo caso de coronavirus positivo de la provincia de Salta confirma las profundas falencias del COE, presidido por el Intendente Municipal Pablo Gonzales, que los vecinos y trabajadores venimos denunciando sistemáticamente. Durante dos meses improvisaron sobre la marcha y evitaron hacer las inversiones en infraestructura necesaria para enfrentar la propagación de covid-19..

El trabajador que dio positivo esta tarde, es un camionero que llegó de Buenos Aires el domingo pasado, por razones laborales, viajó junto al camionero que dio positivo días atrás en Fraile Pintado. Solo cuando se conoció esta noticia las alarmas se encendieron y se activó el protocolo, pero durante 5 días este trabajador estuvo expuesto al contacto con otras personas. Anoche fueron identificadas 23 personas que tuvieron contacto con este trabajador las que permanecen aisladas.

El COE no garantizó la cuarentena de este trabajador, como en este caso, el COE de Orán no tiene ningún seguimiento sobre los centenares de repatriados que siguen llegando a la ciudad. La única disposición es enviar a las personas a sus domicilios cuando el 80% de las familias no tiene las condiciones mínimas de sanidad.

En Orán la mayoría de las familias viven hacinadas debido al déficit habitacional y trabajo precario. No tienen dos baños como pide el protocolo y a pesar de que un repatriado cumpla con el aislamiento domiciliario es muy posible que contagie a su familia.

El Dr. Marcos Espinoza, gerente del Hospital de Orán, declaró hoy que en la actualidad hay 740 personas en cuarentena obligatoria (choferes, estudiantes o trabajadores) en la Ciudad da Orán. La mayoría en sus casas por falta de lugares de aislamiento del COE.

“Solo un hotel” está habilitado para alojar repatriados, confirmo Espinoza y luego tres instituciones colaboran solidariamente lo cual hace imposible contener la demanda.

Muchos de los que regresan a Orán son estudiantes sin recursos o trabajadores desocupados. En estos días se conocieron relatos donde ruegan por comida y una cama, ya que tienen que dormir en el piso, en lugares de autocuarentena que las familias improvisan.

El gobierno municipal se niega a organizar un centro de atención de cuarentena, que debería funcionar como un lugar intermedio, donde los vecinos que regresan puedan permanecer en aislamiento. Para ello hay que hacer una importante inversión.

Mientras el gobernador Gustavo Sáenz acusa a los trabajadores de delincuentes y los hace responsables de la propagación del COVID-19, es él el principal responsable de avanzar en una flexibilización de la cuarentena bajo las exigencias de las patronales capitalistas, exponiendo a miles de trabajadores al contagio, justo cuando en la provincia se han empezado a reproducir los casos. Lejos de “aprovechar el tiempo” para reequipar el sistema de salud, en Orán tenemos los peores índices sanitarios.

Frente a esta situación, se pone de manifiesto que los únicos que podemos garantizar la seguridad y la salud de nuestras familias, somos los propios trabajadores, sobre la base de discutir en cada lugar de trabajo y cada barrio, protocolos de seguridad. Defendemos la cuarentena frente a las patronales incluida el estado, que expone a los trabajadores y nuestras familias. Desarrollemos todos los debates y las acciones necesarias para arrancar el testeo masivo empezando por el barrio en el que vive este trabajador. Que se garanticen todos los recursos necesarios para los vecinos que hoy tienen que realizar la cuarentena. Y que se ponga en funcionamiento de inmediato un centro de refugio y cuarentena organizado y bajo control de un Comité de Emergencia de obreros y vecinos.

Samuel Huerga

Partido Obrero Orán