Los padres y las madres de los colegios privados de la provincia tendrán que afrontar para el año que viene un aumento en el precio de las cuotas de los establecimientos de hasta un 36%. El incremento se justifica, según explicaron los representantes de las instituciones educativas, en el desfase que sufrieron las cuotas en relación con el incremento salarial que se otorgó durante este año a los docentes.

Con esa suba el precio de la educación privada rondará en un promedio entre 8.000 y 10.000 pesos mensuales, en la mayoría de las escuelas. Luego hay otras instituciones que llegarán a cuotas de alrededor de $20.000, según un relevamiento que hizo este medio.

De las 171 escuelas privadas que están bajo la órbita de la Dirección General de Educación Privada de la Provincia, solo dos de la capital salteña subieron sus aranceles en 2020, pero muy por debajo de la inflación (un 20% y un 12% en otro caso).

El resto tuvo que aguantar los mismos valores que a principios de año. La crisis económica que agravó la pandemia de la COVID-19 hizo imposible la actualización de precios. La morosidad en el pago de cuotas de entre un 45 a 50 por ciento, que dieron a conocer los colegios, habla por sí sola de la difícil situación que atraviesan los padres y los establecimientos privados.

Por una normativa de Defensa al Consumidor, las administraciones de las escuelas privadas tienen la obligación de notificar el ajuste que prevén para el período escolar próximo hasta fin de octubre.

"En promedio, el aumento oscila entre un 25 y un 36 por ciento. Es lo que nosotros hemos consultado a los colegios y nos da esos promedios", dijo a El Tribuno el titular del Consejo Provincial de Educación Católica (Coprodec), Roberto Suaina. Esa entidad del Arzobispado de Salta aglomera a 91 establecimientos educativos.

"Nosotros planteamos un aumento de un 30 a 35 por ciento", dijo ante la misma consulta de este diario Ramiro Torres Gálvez, representante de la Asociación de Establecimientos Educativos Privados de Salta (Aeepsa).

Esa asociación agrupa a 26 establecimientos privados que tienen en común el hecho de que no reciben, a su pesar, ningún aporte estatal para su funcionamiento.

"Durante este año no hicimos ningún aumento de cuotas, pero subieron los salarios y gastos de mantenimiento de los establecimientos", señaló Torres Gálvez.

La directora general de Educación Privada, Adriana Prieto, reconoció que las escuelas privadas "están en una situación desesperante".

"Con los ATP se les dio algo de ayuda pero la verdad es que en un porcentaje muy bajo se dio respuesta a los colegios. Y la Provincia también tuvo que priorizar la realidad que todos los gobiernos priorizaron que es la salud. Entonces fue prácticamente nulo lo que se ha podido llegar a hacer", admitió.

Prieto aclaró que salvó el cierre del colegio San Lucas, que se fue antes de la pandemia, no hay, hasta ahora, otros establecimientos que hayan planteado retirarse.