Orán. Una joven ciega y el ejemplo de superación.
Es ejemplo de lucha; terminó el secundario portando la bandera de Orán.
Nayla Palacio Huerga tiene 18 años, vive en Orán y es un ejemplo de lucha y perseverancia frente a las limitaciones que le impone la vida.
La adolescente nació con visión disminuida, pero no fue impedimento para que culminara sus estudios en el colegio Bachiller con un excelente promedio.
El viernes pasado, en un emotivo acto realizado por la institución educativa y junto a sus padres, hermana, compañeros y docentes, Nayla recibió un reconocimiento especial por la dedicación y el esfuerzo que puso de manifiesto en los años en que cursó el secundario.
Historia y periodismo
Nayla vive en el centro de Orán. Su familia se conforma por sus papás y una hermana menor, Josefina. Desde pequeña fue un ejemplo de superación; la joven tuvo en claro desde siempre lo que quería y no bajó los brazos, tanto en la escuela primaria como en la secundaria.
Se destacó siempre en el ámbito deportivo, lo que la llevó varias veces al podio de los torneos Evita en la disciplina de atletismo adaptado. Aunque reconoce que el deporte que siempre quiso practicar es el goalball, el único deporte paralímpico creado específicamente para personas ciegas y con discapacidad visual, en el que participan dos equipos de tres jugadores cada uno. "Pero en Orán no tenemos un equipo preparado", dijo.
Lejos de lamentarse por su ceguera, decidió integrarse a sus compañeros y docentes, aún sabiendo que sus condiciones no son iguales, nada le impidió alcanzar sus objetivos; "desde el personal de maestranza hasta los directivos, porque nunca me costó integrarme. Desde primer año tuve compañeros y maestros que me incluyeron, se comprometieron con mi discapacidad y buscaron el modo de capacitarse", indicó.
Hoy, al haber finalizado una etapa, su nueva meta es convertirse en profesora de Historia y periodista deportiva, quizás porque desde pequeña se enamoró de la magia de la radio gracias a su padre, el periodista Samuel Huerga.
Carismática, locuaz y simpática, Nayla conduce todos los sábados, de 10 a 12, su propio programa donde interactúa con jóvenes de su edad. "La radio es algo que me apasiona porque siento que la creatividad no tiene límites y me permito jugar con ella".
Celeste: sus ojos
Un párrafo aparte en la vida de Nayla, lo escribe Celeste Sanguino, su mejor amiga y compañera desde el primer día en el colegio. No dudó en convertirse en su guía y confidente. A ella le dedicó palabras muy emotivas que grafican el valor de la amistad que existe entre ellas.
"A través de tus ojos vi pasar mi adolescencia. Tú marcaste el camino, yo te señalé el destino.
Tu viste los obstáculos, yo el valor para superarlos. Tú me llevaste de la mano, yo te llevo en el corazón.
Tú nunca me abandonaste, yo siempre estaré.
Tú me contaste cómo es el mundo. Yo, tal vez, te mostré una forma para poder cambiarlo. Fuiste mis ojos y yo fui tu bastón".