El anuncio del gobierno de Sáenz del regreso a las aulas para el 1°de marzo, en un segundo pico de la pandemia, responde a las necesidades de las patronales. La "nueva mormalidad" obliga al conjunto de los trabajadores, esenciales y no en esenciales, a regresar a sus lugares de trabajo. Entonces, el problema es quién cuida de los niños y adolescentes. Este es el trasfondo de la mentada "socialización".

En un momento donde los contagios van en aumento y las muertes por covid elevan las estadísticas, entre 50 y 60 casos por día y uno o dos fallecidos, Saenz y sus ministros van a una mayor exposición de los trabajadores, esta vez de los trabajadores de la educación y a los propios estudiantes. Las escuelas no tienen ninguna condición edilicia y una gran cantidad no cuentan con agua potable. Es inviable retornar a las aulas con 40 alumnos en las mismas y docentes que van de escuela a escuela. En toda la cuarentena del año pasado, el gobierno no ha puesto los recursos necesarios para resolver la infraestructura escolar así como sucede en los hospitales.

La virtualidad en la educación ha sido un completo fracaso no solo en términos pedagógicos sino en la confiscación de los salarios. Sin una recomposición salarial del 2020 y sin un salario igual al costo de la canasta familiar que oscila los 100 mil pesos no hay posibilidad de retomar las clases virtuales. El teletrabajo ha sobre explotado a los trabajadores quienes deben hacerse cargo de las herramientas y conectividad al igual que los estudiantes.

El llamado del gobierno a cerrar paritarias ruinosas va por la vía de recrudecer la caída salarial. El ministro de educación, Matias Canepa, ya se lanzó con un 20% escalonado hasta junio con la promesa de reabrir la paritaria en julio, en el momento más álgido de la pandemia según se espera. Esto ya lo vivimos los docentes el año pasado y solo han sido promesas. Pero quienes si han recibido cuantiosos recursos son las patronales y los acreedores internacionales beneficiados con deudas fraudulentas. Toda la recaudación provincial y la coparticipación federal fue a parar al bolsillo de estos.

Reconstruyamos la Asamblea Docente Provincial y las asambleas departamentales

Los docentes tenemos que recuperar la asamblea provincial de inmediato. Urge asambleas en los departamentos para elegir delegados con mandatos revocables que supere a la burocracia de los delegados autoconvocados que han garantizado la parálisis y han dejado pasar los atropellos a la docencia. No sé trata de sentarse en la mesa paritaria sin mandato de base, sino de reconstruir los organismos de deliberación y organización de la docencia que son sus asambleas con una mesa electa que dirija esa asamblea y que establezca un funcionamiento democrático en donde cada docente tenga voz y voto, es decir que nadie este por encima de la decisión colectiva de los docentes. Esta es la verdadera fuerza que nos va a permitir imponerle al gobierno nuestros reclamos y quebrar la bajada línea de Trotta de negociar solo con los gremios y a espaldas de los docentes. Vamos por el salario y el no inicio presencial bajo estas condiciones.