Entre los detenidos se encuentra el titular del Escuadrón 54 de Gendarmería en Aguaray. Uno de los oficiales se encuentra prófugo. Los operativos tendrían que ver con millonarios contrabandos de cereales a granel que salen desde el país en camiones con destino a Bolivia. 

Una serie de amplios allanamientos se desarrollan por estas horas en el norte de la provincia, en una investigación que involucra a altos efectivos de Gendarmería Nacional.

Los procedimientos se efectúan en Aguaray y Salvador Mazza, en forma simultánea y están a cargo de efectivos de la fuerza de seguridad que llegaron al lugar desde otros destacamentos.

Según la información a la que pudo acceder El Tribuno, los allanamientos fueron ordenados por el fiscal federal Eduardo Villalba y tendrían que ver con millonarios contrabandos de cereales a granel que salen desde el país en camiones con destino a Bolivia y que pasan sin controles por los filtros de Gendarmería.

En ese sentido las fuentes consultadas indicaron también que los allanamientos involucran directamente al jefe del Escuadrón 54 de Gendarmería en Aguaray, Marciano Paez y a otros jefes de esa dependencia, uno de los cuales se encuentra prófugo, por lo cual los procedimientos para detenerlo se trasladaron a Salvador Mazza y toda la zona fronteriza.

El amplio procedimiento ordenado se lleva a cabo en la sede de Gendarmería en Aguaray y también en los domicilios de los altos mandos involucrados en la investigación.

Desde horas tempranas, los vecinos se vieron sorprendidos por la actuación de los gendarmes que llegaron al lugar procedentes de otras dependencias para cumplir con la orden emanada por la Justicia. Las fuentes informaron que fue tal el despliegue en forma simultánea, que los efectivos que pertenecen al Escuadrón 54 fueron rodeados y apartados en la misma base, mientras sus pares cumplían con el secuestro de documentación y otros elementos probatorios. 

Lo mismo ocurría en los domicilios particulares de los jefes involucrados, mientras otras patrullas procedían a detener camiones a lo largo de la ruta 54, paralela a la frontera con Bolivia, lugar donde se concreta el contrabando de cereales a través de playas secas, en medio de la espesura del monte chaqueño.