En los últimos días, InformateSalta estuvo reportando una situación irregular que se suscitó en la localidad de Orán, donde se registró que pese a la prohibición de la actividad, varios gimnasios estaban funcionando de forma “clandestina” dentro de la cuarentena.

Como este medio reportaba en su momento, con un protocolo propio no aprobado por el Comité de Emergencias, varios “profes” de la ciudad norteña decidieron ir a contramano de la ley, y convocaron a través de mensajes de Whatsapp a los vecinos. Algunos dictaban clases en doble turno y con la presencia de solo 6 alumnos.

Entre esa situación, se dio a conocer la situación de El Galpón Gym ubicado en pleno centro de esa ciudad, del cual se informó que estaba atendiendo al público. Tras ese hecho, su propietario Carlos Martel tuvo su "derecho a réplica" donde argumentó que su gimnasio se abre solo para el alquiler de sus elementos a clientes y personas que así se lo requieran, pero no se retomaron las clases en el lugar.

Sin embargo, en la jornada del martes, personal de la Municipalidad de Orán procedió a realizar un acta y el cierre del mismo, dado que con el aviso de los vecinos y la actuación de la policía, constataron que el lugar se encontraba en funciones.

InformateSalta dialogó con el arquitecto Carlos García, jefe de Bromatología de la Municipalidad oranense quien precisó los detalles. “Fuimos por un procedimiento que hizo la Policía de la Provincia, ellos nos notificaron que daban incumplimiento a estos gimnasios que estaban haciendo actividades a puertas cerradas”.

Para ampliar agregó: “Con la notificación de la policía, la cual elevaron al Juzgado, nosotros hicimos el control y el acta, con la cual tienen sanciones y, en caso que incumplan con las normas se clausura el local”. En total son dos los locales donde actuaron, los cuales encuentran en las calles Alvarado y López y Planes de la comuna, uno de ellos El Galpón Gym.

Por otra parte manifestó que dichas acciones se pudieron concretar “con la denuncia de los vecinos, ellos alertaron por los ruidos de la actividad que estaban realizando, ahí la policía los detectó y pudimos realizar los procedimiento”. En cuanto a la respuesta de los propietarios “reconocieron que habían irrumpido (la prohibición) y no tuvieron objeción.